Esto solo lo arreglamos acabando con la peste que ha diseñado esta campaña.

Los aspectos psicológicos son un factor determinante a la hora de
tomar una decisión. La percepción optimista o pesimista condiciona
todas nuestras acciones, el factor de riesgo que somos capaces de
asumir y gran parte de nuestras decisiones futuras. Crisis económica y pensamiento van íntimamente ligadas
y con el objetivo de mejorar la psique social de la crisis acaba de
arrancar una campaña publicitaria que el nombre ya lo dice todo: Esto lo arreglamos entre todos.

Esta campaña está lanzada por las Cámaras de Comercio junto con Telefónica, Iberia, El Corte Inglés, BBVA,
Banco Santander, La Caixa, Caja Madrid, Repsol, Cepsa, Endesa,
Iberdrola, Red Eléctrica, Mapfre, Renfe, Abertis, Mercadona, Indra y la
patronal de la construcción, Seopan. A posteriori se han sumado
personajes públicos y anónimos para impulsar la idea positivista de
todos juntos podemos salir de esto. ¿Suena bonito? Analicemos
simplemente el eslogan:

• “Esto”:
  implica que tenemos una carencia total de base ideológica de rumbo,
  falta la percepción exacta de lo que ha ocurrido. Equivale a la
  explicación que nos da un niño cuando le preguntamos sobre algo que no
  sabe definir exactamente.
  
• “solo lo arreglamos”:
  reconocimiento explícito de que tenemos algo roto. Lo que está roto es
  el “esto” que ya hemos definido anteriormente. Y ojo al “sólo” porque
  no da alternativas posibles. Es decir, no hay más salida que nosotros
  para remontar el vuelo económico. En este punto, no me puedo más que
  reir cuando veo a los promotores de la campaña y que ellos solos han
  obtenido unos beneficios superiores a 50.000 millones de euros en el
  2009. ¿No podrían invertir ellos y contratar un par de millones de
  parados en proyectos de innovación e investigación?
  

• “Entre todos”:
  la máxima socialización de las pérdidas posible, el apoyo en la base de
  los pilares de la cúspide para garantizar el flujo de consumo de bienes
  y servicios. Se busca una salida consumista a la crisis y no productiva
  o reflexiva.
  

Por último, si tenemos que recurrir a la automotivación social, el
grado de impotencia y desesperación es máxime y ahí miro a los que
llevan las riendas de la economía española. ¿Qué confianza tenemos en los que tienen que alcanzar un pacto contra la crisis si la propia sociedad está desesperanzada?

La confianza la tienen que dar estos propios promotores saliendo en televisión, en prensa económica, anunciando que ellos invierten en un determinado proyecto y que contratan unos pocos miles de parados.
El esfuerzo debe ser proporcional al músculo y al tamaño pero
incentivar al consumo, al optimismo e incluso a la economía sumergida
no es el camino verdadero de salida, si no contamos con una base
económica, social y educativa sólida. Como publicidad precioso, pero
sobre los efectos positivos sobre la economía real, permitidme que los
dude.